Las vitaminas son elementos fundamentales para la vida como las sustancias minerales y los oligoelementos. Su espectro de propiedades es extraordinariamente extenso y complicado. El cuerpo humano no las puede producir por sí mismo, por lo que está supeditado a su suministro a través de los alimentos. El organismo necesita algunas sustancias minerales en grandes cantidades y otras en cantidades más reducidas (oligoelementos). Las necesidades de vitaminas del cuerpo son también diferentes.
Incluso cuando se intenta que la oferta alimenticia sea variada, no existe la seguridad de haber ingerido suficientes vitaminas, sustancias minerales y oligoelementos. Nuestras tierras de cultivo, excesivamente abonadas y lixiviadas, sufren de año en año una fuerte desmineralización. Las mercancías procedentes de invernaderos no ofrecen mejores alternativas. Incluso con los métodos de tratamiento de nuestra agua potable se pierden sustancias minerales. Los métodos actuales de elaboración de alimentos reducen notablemente su contenido en vitaminas, sustancias minerales y oligoelementos.
Esta evolución es muy crítica ya que, si las vitaminas y las sustancias minerales son insuficientes, no se pueden cumplir las funciones vitales del cuerpo.
Si durante un espacio largo de tiempo no se ingieren las suficientes vitaminas y sustancias minerales aparecen síntomas de falta de concentración, cansancio, debilidad, irritabilidad, falta de apetito. Los primeros indicios pueden ser la propensión a infecciones.
Se recomienda su aplicación especialmente: